MHUEL

La “inmatriculación” es una figura legal (aunque algunos opinamos que se puede hacer de ella un uso inmoral) que permite a la Iglesia Católica inscribir a su nombre en el Registro de la Propiedad  bienes que no estén inscritos con anterioridad, al amparo del art. 206 dela Ley Hipotecariadel 8 de febrero de 1946 y al Decreto Ley de José María Aznar de 1998, en el que se equiparaba a la I.C. con las Corporaciones de Derecho Publico, los municipios, las provincias y el Estado, equiparando a obispos o arzobispos con los funcionarios públicos a la hora de certificar que los bienes a inmatricular son de su propiedad.

Amparados en esta figura legal, están amasando un inmenso patrimonio inmobiliario, exento de impuestos, que tiene como dueño las Diócesis, dependientes de la Conferencia Episcopal Española, y esta a la vez del Vaticano, un estado extranjero.

Y, legalmente, pueden hacerlo, y…

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